Se oscurecieron los pensamientos
aletargados por la presencia de lo absurdo
manchados por la misteriosa presencia de la agonía
estremecidos por ráfagas de oprobiosa piedad
Despojos indolentes de hombres que oscurecen
que agonizan dormidos, hundidos en el pavor
... luego sosegados por el pesado silencio
Desprevenidos, obligados a vaciar el miedo
arrastrando el llanto en la indolencia
hostiles, perdidos en el estruendo de la impaciencia
adheridos a sonrisas, apaciados por el eco del viento
Vacíos... hundidos en la proximidad de la memoria
encaprichados en disipar la razón... las manos... las voces
Negando la existenbcia de la dualidad
desnudos, subyugados por ademánes confusos
jadeantes, descarados, despojados de angustia
cuerpos heridos por las palabras... desorientados.
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